El tenía poco tiempo así que fué al grano. En lugar de comprar revistas porno para sus compañeros soldados, simplemente le pidió a esta chica, dejarlo tomarle unas cuantas fotos, que le serían de mucho valor durante su servicio militar en las frías y solitarias trincheras. Por suerte para el, la chica no sólo cumplió con lo solicitado sino que incluso se permitió a si misma, más de lo que las circunstancias permitieron.