El salto de Peep a lo más profundo de la cadera
Este hombre era tan pervertido que habia estado en cada corte de su ciudad. Le gustaba y mirar y pajearse, por hombres y mujeres. Parecia como un pecado menor pero hasta su hijo se mudó a otro pais para no tener que ver a su papá pervertido. Ya hora, luego de años la familia por fin esta reunida de nuevo. Pero tal parece que no puedes enseñar a un perro viejo, nuevos trucos. Papi todavia se pajea, Junior aun está descontento con la vida, expresando su rabia por su complejo de tener el pene pequeño y su nueva novia... Bueno, de eso es que vamos a hablarte.