Sabes donde lo superficial se encuentra con lo sagrado, haciendo de los nudos, epifanías? En los masajes, por supuesto. Pero no un masaje médico regular, sino uno especial! Del tipo en el cual una pareja de amantes se acuestan uno al lado del otro y tienen la misma experiencia al mismo tiempo. De acuerdo con esta idea, esto debería fortalecer el amor mutuo y la empatía en la pareja. Desafortunadamente, el experimento no resultó esta vez porque uno de los masajistas resultó ser un hombre lujurioso, que no supo contralar a su serpiente de un solo ojo.