Como locos que follan en las noches
Las vacaciones en una casa de campo con un grupo grande siempre son un tiempo de sorpresas y aventuras. Como dicen, algunos pierden y otros ganan. Pero no importa lo bien que la estén pasando los fiesteros, ni lo genial que sea el ambiente para la mayoría, en un rincón oscuro siempre hay un alma solitaria que no logra hacer nuevos amigos ni unirse orgánicamente a la diversión. A eso súmale al papá que, por casualidad, está en el mismo lugar al mismo tiempo y arruina el ánimo de los invitados con su presencia. Y, por supuesto, no olvides que cualquier vaso de paciencia tarde o temprano se desborda, lo que significa que las pollas salen de los pantalones, las coños sueltan su jugo caliente, y todas las normas y reglas de decencia se romperán tarde o temprano.